La finalización del soporte técnico en Windows 7 en enero de 2020 obliga a gobiernos, empresas y consumidores a buscar alternativas. En la época que vivimos, con la aparición de malware casi a diario, no es una opción mantener un sistema operativo expuesto a todo tipo de ataques aprovechando las vulnerabilidades no parcheadas. Además, Windows 7 es el segundo sistema más usado en el escritorio y el más explotado.
Eso sucederá con Windows 7 a comienzos de año. La solución «más natural» y la que recomienda Microsftt es -obviamente- la actualización a Windows 10.
La gran alternativa es Linux. Sobre el papel, cualquier equipo que ejecute hoy Windows 7 será capaz de actualizarse a cualquiera de las distribuciones GNU/Linux modernas porque sus requisitos mínimos de hardware son muy similares.
nunca ha sido tan sencillo usar Linux. La seguridad está garantizada (por defecto más que en Windows) aunque exige un despliegue e implementación correcta a nivel de equipos y redes. Seguramente lo más problemático será buscar alternativas a determinadas aplicaciones diseñadas para Windows 7 y que quizá no tengan un reemplazo directo en Linux.
